La Cámara de Representantes aprobó, con los votos del oficialismo, el proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Competitividad. El Diputado Jorge Gandini brindó el informe en minoría.
Al inicio de su informe, Gandini aclaró que “este no es el proyecto que envió el Poder Ejecutivo, sino que es producto de una negociación que se realizó durante un paréntesis de varias semanas en el que el proyecto pasó a consideración del debate interno de la bancada de gobierno, y de ella surgió una propuesta que, a mi juicio, empeora la original.”
Los nacionalistas están de acuerdo con la idea, indicó Gandini. “Avanzar en un sistema que coordina y ordena normas, principios y regulaciones es un modo de articular adecuadamente recursos materiales, humanos y energías en función de un objetivo. Y estamos de acuerdo con que el sistema se haga en torno a la competitividad.”
Pero el legislador aclaró que “la primera pregunta que hay que hacerse es: ¿competitividad para qué? ¿Transformación productiva para qué mercados? ¿Competitivos en qué? Hay que definir hacia donde se va, para poner en función de ese objetivo las energías nacionales. ¿Cuál es la inserción internacional que ha definido el gobierno del Frente Amplio para Uruguay en materia comercial y económica dentro de estos años?”
“La competitividad es el trabajo, es la productividad. Requiere orientación y liderazgo, pero también requiere una base, que es la educación. Esa es la base de igualdad, y cuanto más alta está, mejor; luego, recorre el camino de la especialidad para la generación de riqueza y la mejor calidad de vida de quienes forman parte de la comunidad.”
“La competitividad también requiere políticas en materia de estímulos, de insumos. Está bien lo llevado a cabo por UTE: una transformación en la matriz energética del país, haciéndonos menos dependientes de una fuente de energía que no poseemos. No solo apunta a una energía renovable, sino también más barata. Está mal que el Poder Ejecutivo haya marcado la tarifa al doble de lo que pidió UTE, cuando el ente la había abaratado”, remarcó.
Y también “competitividad es una política impositiva que sea capaz de premiar al inversor nacional tanto como al extranjero y también de estimularlo para que siga el camino de generar riqueza y empleo.”
No pasa por crear otro gabinete
El Partido Nacional tiene, además, una visión diferente respecto “al diseño, al modelo que se ha elegido. Es verdad que para crear un sistema hay que generar transversalidad, hay que atravesar las obligaciones y funciones verticales que tiene el Estado en cada una de sus organizaciones ministeriales y de sus estructuras organizativas. Eso es cierto, pero para nosotros eso no pasa por crear otro gabinete. ¿En cuántos gabinetes, comisiones, grupos y no sé qué otros nombres les dan, están los ministros? Recuerdo que en cada presupuesto y rendición de cuentas los vamos agregando. La consecuencia es que los ministros no van; los representa allí un director, un secretario o un adscrito; no tienen el primer nivel de conducción”, explicó Gandini.
Criticó que algunos ministerios y organismos del Estado, que tendrían que estar, no figuran en este gabinete. “Tampoco está el sector privado, que tiene que estar participando, porque sobre él recaen las decisiones del Estado, y también aportando por dónde se gana competitividad”, agregó.
Con esta ley se crea un superaparato burocrático
Para Gandini, con esta ley, “se crea un superaparato burocrático lleno de comisiones, gabinetes, subgabinetes. Solo faltan las bases; es el modelo del Estado de asamblea: todos metidos en una misma bolsa, sin liderazgo. No hay sistema que funcione sin liderazgo. Cuando todos tienen la misma responsabilidad, nadie se hace cargo de las decisiones. Eso pasa en todos los ámbitos. Esto de generar un gabinete horizontal sin liderazgo está destinado al fracaso.”
“La verdadera transversalidad para este tipo de sistemas está consagrada en la Constitución de la República. El artículo 230 de la Constitución establece: `Habrá una Oficina de Planeamiento y Presupuesto que dependerá directamente de la Presidencia de la República’. Bastaba con ubicar un sistema en una estructura que ya tenemos, que maneja toda la información, que tiene los funcionarios, los consultores y hasta los financiamientos, sin la necesidad de crear otra superestructura paralela de carácter horizontal, con una participación infinita donde nadie manda”, enfatizó, recalcando que este proyecto de ley crea “más sueldos, más cargos, más aumentos de sueldos, propuestos con cierto descaro en este proyecto de ley, que no entiendo cómo algunos sectores del Frente Amplio pudieron llevar adelante. La verdad, no entiendo.”
El Partido Nacional no acompañó este proyecto, “ni por aspectos conceptuales ni por otros, que tienen que ver con su forma y diseño, que entendemos no darán los resultados esperados. Ojalá nos equivoquemos, porque el país necesita progreso y otra cabeza al servicio del desarrollo. Ojalá nos equivoquemos, pero así como está, nuestras manos no serán cómplices de otra expectativa que puede tornar en fracaso.” De esa manera, el Diputado Gandini culminó su informe.
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