En la media hora previa, el senador y líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, destacó el proyecto de Centros Socioeducativos de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB).
Señora presidenta: parece que hoy vamos a destinar la media hora previa a la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida, lo que es importante.
Como se ha dicho aquí, se ha generado una iniciativa que no compite, sino que complementa la educación pública. Se trata de un esfuerzo que merece ser destacado por muchos motivos, entre otros, por el compromiso de este sindicato en lo que hace a la participación social y a la solidaridad. Este proyecto estará enfocado a los hijos de los trabajadores, interrelacionando su trabajo con el de las escuelas públicas, con el fin de sumar; no se trata de sustituir ni de competir, sino de potenciar. Si queremos sacar adelante a la educación pública –que, más allá de las discusiones, sabemos que está mal, que va mal–, nos parece que se deben asumir este tipo de compromisos. Lo digo con responsabilidad y con respeto por todos. No entendemos la solidaridad que ha tenido la federación como una dádiva, sino como un acto de responsabilidad y de involucramiento de los padres.
En estos tiempos, pese a estar hiperconectados, hay una suerte de soledad y de aislamiento de nuestros muchachos; hay muchos solitarios conectados –como dice Bauman– y nos parece que este emprendimiento, que se va a relacionar con la familia y con la escuela, colaborará con ambas instituciones. El país precisa un enorme esfuerzo en materia educativa y creo que ese esfuerzo debe provenir de toda la sociedad; es demasiado grande la problemática que tenemos entre manos como para no llevar adelante una acción en la que nos involucremos todos, sin prescindentes ni críticos acérrimos, sino con el espíritu centrado en el porvenir de nuestros muchachos. Ellos merecen que hagamos este esfuerzo desde la sociedad civil, en este caso desde un sindicato que podría estar orientado hacia su funcionamiento, pero que ha elegido sumar. Sabemos que no le ha resultado fácil concretar estas metas debido a la burocracia estatal y sindical, que muchas veces dificultan el accionar; sin embargo, decidieron apoyar a doscientos muchachos en áreas como la construcción ciudadana, el pensamiento lógico matemático, el conocimiento del entorno, la expresión artística y la comunicación. Hablábamos de educación en valores, y creo que estos centros, que van a empezar a trabajar en Montevideo, en Minas y en Pan de Azúcar, pero que luego se extenderán a Salto y Paysandú, pueden ser un complemento que realmente ayude.
Por estas razones, me parece importante el destaque que se han hecho los señores senadores Bordaberry y Mieres –y perdónenme la alusión– sobre un tema al que seguramente también referirán el señor senador Lacalle Pou y algún otro amigo o compañero en el Senado. Se trata de iniciativas que deben tener éxito, que tienen que ser apoyadas y donde los propios legisladores podemos comprometer algunos días de nuestras vidas para ir a contar experiencias, para colaborar.
Si es posible y lo aceptan los señores senadores Bordaberry y Mieres, solicito que la versión taquigráfica de mis palabras se envíe a los lugares indicados por ellos, para que este apoyo sea una expresión conjunta de todo el Senado de la república, porque más allá de que no van a poder hablar todos, estoy seguro de ello.
Muchas gracias.
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