En el día de hoy el Senado de la República votó, de la mano de la mayoría parlamentaria del Frente Amplio, la derogación del delito de abuso de funciones.
Mensaje de impunidad
Durante la discusión, el Senador y líder de Alianza Nacional, sostuvo que derogar el delito constituye “un mensaje muy equivocado de la Política a la Sociedad, porque da un mensaje de impunidad”.
Sostuvo que “No solo se estaría legislando con nombre y apellido, sino que en momentos donde hay pérdida de credibilidad y confianza en el sistema político, donde la sociedad necesita mensajes firmes de compromiso de lucha contra la corrupción, el sistema hace todo lo contrario y lanza una idea perdona tutti, liberatoria de culpa de todos aquellos funcionarios que ya fueron procesados”.
Recordó que el derecho penal está enmarcado en ciertos principios, como la retroactividad de la ley penal más benigna y el in dubio pro reo. Esos principios entrarían en juego no solo si se deroga el delito, sino incluso con cualquier modificación que se haga al contenido del actual artículo 162 del Código Penal. Por tanto, ambas hipótesis –derogación o modificación- beneficiaría a los funcionarios ya procesados o condenados. Ambas hipótesis suponen legislar con nombre y apellido”.
Indulto parlamentario
Además sostuvo que con la derogación del delito “no está en juego la búsqueda de precisión jurídico-penal. Se busca lisa y llanamente una especie de indulto parlamentario los procesados o por procesar”.
Larrañaga precisó que “estamos ante uno de los delitos que integran el elenco de medidas que castigan actos de corrupción. Desde 2006, Uruguay, mediante la ley 18.056 hizo suya la Convención contra la Corrupción de la Organización de las Naciones Unidas. El artículo 19 de esa Convención recomienda tipificar como delito, el abuso de funciones o de cargo. Uruguay ya tenía el delito desde nuestro primer Código Penal de 1889, donde su artículo 180 preveía la figura delictiva del funcionario Público que, mediante el abuso de su empleo u oficio, cometiere u ordenare contra un tercero un acto arbitrario no previsto especialmente en el Código”.
Ética y transparencia
Esto es, según el líder nacionalista, “un tema ético: en el fondo está en discusión la sociedad en que queremos vivir, la sociedad que queremos ser. Si una sociedad termina recibiendo el mensaje de políticos impunes a los que no les llega el brazo de la ley porque cuando hay instancias de investigación en curso, se deroga un delito como el del abuso de funciones, no le estamos haciendo un favor a la sociedad transparente que queremos construir».
«Muchos integrantes del FA, desde 1985 hasta que ganaron en el 2004, profanaron honores y memorias de personas y de políticos. Muchos se llenaron la boca en nombre de la transparencia y la honestidad y hoy tienen el acto de osadía legislativa para llevar este impulso procesal parlamentario que me parece tremendamente equivocado y que poca credibilidad le aporta al sistema político de nuestro país”, finalizó.