“A nivel departamental, al menos en este territorio, que es el que represento, la situación que se atraviesa a nivel laboral es mala y va camino a ser peor. Se hace imprescindible tomar medidas urgentes, y en este camino no lo veo a quien debería encabezar el movimiento, que es el intendente departamental”, dijo el diputado Nicolás Olivera.
“Lo digo, porque puedo afirmarlo. Porque el 5 de agosto de 2015 presenté una exposición en la Cámara de Diputados en la que pedí declarar en emergencia laboral al departamento. Comenzaba a instalarse la emergencia y veíamos claramente que la situación se iba a profundizar. Compartimos la inquietud con los otros dos diputados por el departamento, para ver si querían acompañarme. Ninguno quiso, sus razones habrán tenido”, agregó. “Pero no se puede negar que hoy el desempleo, el subempleo y la informalidad crecen sin pausa en Paysandú”.
“Y no lo veo al intendente departamental preocupado por esto, trabajando desde su primer lugar, porque el empleo es el desarrollo de Paysandú, no puede pensarse diferente”, subrayó. “No hay una política activa de búsqueda de inversiones o capitales privados. Pasaron dos años, como ejemplo lo digo, para que se hiciera realidad la firma por el hotel en Guaviyú, cuando estaban identificados los inversores, había un compromiso firmado. En fin, a este intendente lo veo falto de reflejos.”
SIN COMPRAS A PROVEEDORES SANDUCEROS
Olivera, además, subrayó “el desánimo” que siente por “las gestiones ante la cadena de supermercados TaTa, que hoy tiene el monopolio de grandes superficies en la ciudad de Paysandú, para que en su línea de productos mirara más al departamento, más allá de su sistema logístico nacional, para que no solamente se lleve dinero de aquí, sino que también lo vuelque, haga una devolución. Hablé con el gerente general, me dio su palabra que ese era el concepto de la empresa y que así iba a hacer, pero ha ocurrido en realidad todo lo contrario”.
“Una panadería abastecía de productos a todos los locales, pero resuelta que ahora viene pan congelado de Montevideo y eso es lo que le venden a los sanduceros. Eso significó que 20 personas pasaran a seguro por desempleo en esa panadería de Paysandú. Algo similar pasó con frutas y verduras, que ya no son distribuidas por una empresa sanducera, sino que vienen de Montevideo. También ahí hubo pérdida de trabajo”, explicó Olivera.
“Conmigo la empresa –a través nada menos que de su gerente general– había asumido un compromiso, el de hacer un esfuerzo real y concreto para apoyar a los proveedores locales. Pero terminaron dando contramarchas y haciendo lo contrario”, subrayó.
Fuente: El Telégrafo