El diputado Edmundo Roselli visitó la ciudad de Rosario dialogando con vecinos sobre las dificultades que enfrenta esa zona del departamento. La jornada finalizó con una reunión en el club El Colla donde dijo que el intendente debe buscar inversores que den trabajo y respondan al mayor reclamo de la ciudadanía que es por trabajo y vivienda; criticó el tarifazo que se aplicará a partir del 1º de enero próximo y la política de cierre de sucursales del BROU.
Edmundo Roselli dijo que en Colonia “se está desarrollando un movimiento nuevo y arrollador” en el cual los vecinos y dirigentes “de toda Colonia” se van sumando incluyendo a los jóvenes que quieren tener su lugar, y “ni que hablar” del papel que deben cumplir las mujeres en el ámbito político.
Ante la afirmación de un militante de que seguro Roselli será el próximo intendente de Colonia, el diputado expresó no saber si va a ser intendente porque en las próximas instancias electorales él estará donde el Partido Nacional y la ciudadanía decida, pero que en caso de serlo estará “cerca de las necesidades de la gente”, porque el diputado ni el intendente deben esperar que la gente vaya a sus despachos a plantear sus dificultades sino que es “el diputado y el intendente los que deben ir a donde está la gente para poder escuchar sus problemas y trabajar en solucionarlos”.
“Necesitamos inversores que vengan, se instalen y generen fuentes de trabajo. Necesitamos un intendente y un equipo con el intendente que busque esas inversiones”, reclamó, porque los mayores problemas de la gente están en que no tiene trabajo y que necesita viviendas.
TARIFAZO Y CIERRES EN EL BROU.
Sobre la suba de las tarifas públicas anunciadas por el Ministerio de Economía y Finanzas el miércoles, Roselli dijo que se trata de un nuevo “tarifazo” que incluye las naftas cuando hace poco tiempo nos impulsaron a no comprar vehículos a gasoil. Los ciudadanos, los trabajadores dejaron el gasoil y compraron vehículos nafteros, pero el 1º de enero de 2018 la suba del gasoil será del 4,8 % y la nafta lo hará 9,8 % con lo que se afectará la economía de todos.
A esa suba debe sumarse el incremente de la UTE, OSE y ANTEL, todo pensado no para mejorar los servicios sino tapar el déficit fiscal que resulta de la mala administración. Tan mala que ni siquiera en plena crisis de 2002 se tuvo un déficit tan grande. “Se están cayendo todas las empresas”, aseguró
También criticó la política que lleva adelante el Banco de la República (BROU) que no tiene una política de apoyo a quien quiere trabajar y producir, y además en nombre de la tecnología impulsa cambios que perjudica a las empresas y los trabajadores. Argumentando avances tecnológicos el BROU va cerrando sucursales con lo que “se pierde el trato de persona a persona entre el cliente y el gerente de la sucursal”, lo que constituye un alejamiento del Estado de donde está la gente que hace uso de sus servicios, explicó.
Aclaró que no está en contra de la tecnología sino todo lo contrario ya que es algo que vino para quedarse. “Hay tractores que se manejan solos”, ejemplificó, pero el avance tecnológico «no puede alejarnos, dijo.
RESUMEN DE ACCIÓN.
La reunión finalizó con la exhibición de un video que resume la actuación del diputado Roselli durante 2017, con algunas de sus recorridas por el departamento y algunas de sus participaciones y debates parlamentarios.
BROU Y GOBIERNO LE DAN LA ESPALDA A CALCAR
El diputado Edmundo Roselli se refirió a la situación de la empresa Calcar que acordó diferir el pago del sueldo a 214 empleados. Al hacer uso de la palabra en el Parlamento, el legislador del Partido Nacional dijo que esa empresa láctea acordó con sus empleados diferir el pago del 70 % del sueldo a diez días y el el 30 % restante otros diez días. La medida indica las dificultades del sector lácteo, pero también muestra la madurez con que empresa y trabajadores han decidido enfrentar la situación. En contrapartida el Banco de la República y el el gobierno le dan la espalda.
El martes pasado el diputado Edmundo Roselli dijo que la industria láctea “sufre un mal momento”, algo que “todos sabemos”. La empresa de Calcar no escapa a esa realidad y actualmente enfrenta “momentos muy difíciles” lo que constituye una amenaza para Carmelo y Tarariras donde tiene sus plantas, sino también para todo el departamento “ya que Ecolat cerró”, recordó.
La situación preocupa a “los productores” a “la industria y los que venden servicios”, pero “no así el Banco de la República y el gobierno, que hacen caso omiso de lo que sucede y le dan la espalda”.
“Créame, señor presidente, que si perdemos a Calcar, Carmelo va a parecer un desierto, como sucedió con Juan Lacaze”, advirtió.
MADUREZ.
Pero en medio de las dificultades la empresa y sus trabajadores han dado muestra de madurez.
“En estos días ocurrió algo muy importante: la patronal de la empresa Calcar se reunió con los 214 trabajadores, quienes tomaron una decisión muy importante para su vida. La patronal les propuso diferir el pago del sueldo: un 70 % en diez días y un 30 % en otros diez días. No les bajaron el sueldo, pero se lo difieren. Imagine, señor presidente, que estos trabajadores tienen que pagar a fin de mes las cuentas de carnicería, de farmacia, de combustible para ir a trabajar, porque la planta queda lejos. Estos trabajadores se pusieron el poncho de la empresa y aceptaron el pago diferido, un 70 % y un 30 %, porque lo que quieren es que la empresa salga adelante. Son conscientes del difícil momento que está pasando la industria. Creo que el país se tiene que enterar de este histórico arreglo que han hecho los trabajadores agremiados de Calcar, porque la empresa sufre un grave problema”, relató el legislador.