El martes 13 se conmemoró el centenario del nacimiento del fundador del Frente Amplio, y la Asamblea le brindó homenaje.
En la misma, el senador Carlos Camy fue uno de los oradores por el Partido Nacional.
En su exposición Camy señaló que Seregni «fue un constructor. Un obrero de la construcción de la patria del futuro» como solía decir.
Agregó que «construyó una fuerza política sintetizando la pluralidad ideológica de la izquierda uruguaya» así como «una forma de hacer en política. Sintetizando las diferencias, sin apagarlas, sin oprimirlas. Buscaba los consensos, defendiendo sus convicciones, y también sabiendo que cuando una mayoría hablaba, se acataba.
Quizás su formación militar le permitía tener una disciplina y una visión estratégica. Andaba con las luces largas.
Esa visión le permitió diagramar algo que parecía imposible. Pero, como lo dijo en una entrevista, no venía a la política para aceptar la realidad que pretendía cambiar, venía para luchar y transformar profundamente la realidad nacional.
Esa visión de largo plazo siempre presente en el pensamiento estratégico seregnista fue quizás lo que lo llevó a apoyar la reforma constitucional que instauró el balotaje para que su Frente Amplio ganara concitando grandes mayorías.
Esa misma visión prospectiva lo llevó luego a generar el Centro de Estudios Estratégicos 1815 que reunió a expertos e intelectuales de la vida nacional.
Son esas cosas que hacía de Seregni lo que lo hacía una figura diferente de la política uruguaya. Diferente pero bien uruguaya. Porque sigue siendo bien uruguayo pensar en términos de país y no de chacra, porque sigue siendo de uruguayo pensar que el rival no es enemigo. Que hay limites en la lucha política.El rival quiere ganar. El enemigo quiere negar».
Y recordó el discurso que Seregni realizara el 5 de febrero del 96 en el 25 aniversario del Frente Amplio: «en un momento señaló que esa tarde había recibido en su casa la visita del Presidente del Directorio del Partido Nacional Alberto Volonté quien le transmitió el saludo del Partido Nacional y además contó que lo había llamado el Secretario General del Partido Colorado, Cuando realiza esas menciones, hubo un sector del público lanzó alguna ofensa y el General Seregni reaccionó: ¡no, compañeros! Tomemos las cosas con la altura que tienen!. Estamos viviendo en una democracia. Nosotros queremos la convivencia y la democracia. Asignemos todo el valor a estos saludos recibidos¨. Ahí fijó un límite, el límite era nada más y nada menos que el respeto».
