El mundo de la producción y del trabajo está sometido a transformaciones que inciden en la cualificación y competencias requeridas a los productores y trabajadores, demandando una formación polivalente que permita procesos de reconversión y adaptación. La oferta de cursos y su diseño curricular deberán formularse a partir de investigaciones prospectivas, que planteen una diversidad de escenarios productivos y de evolución tecnológica.
En este escenario, es necesario potenciar instrumentos ya existentes, como los Bachilleratos Tecnológicos, INEFOP y la UTEC, al tiempo que se alientan nuevas experiencias, como centros polivalentes de alta tecnología que integren educación y capacitación con investigación y desarrollo. Estos Centros pueden actuar como polos de desarrollo regional, generadores de escenarios productivos y de evolución tecnológica, de acuerdo con una visión del país y de sus regiones económico-productivas. Uruguay está en condiciones de desarrollar experiencias de este tipo en sectores tales como el forestal, la tecnología cárnica, la hotelería y el turismo, la tecnología de alimentos, la gestión de recursos naturales (en especial hídricos) y la robótica. La meta es quebrar la interdependencia de los factores que afectan el desarrollo económico y tecnológico del país, propiciando un proceso de descentralización territorial y dinamizando sus áreas de influencia.