Hablemos claro: ¿estamos prontos?

vgoni

Larrañaga afirmó que la oposición aún no está lista para gobernar y ello generó que algunos blancos salieran a rasgarse las vestiduras, advirtiendo que nuestro heroico partido siempre está listo para asumir las más altas responsabilidades.
Aún no se si no entendieron o son meros oportunistas de área chica.
Desde que el Frente Amplio ganó las elecciones en el 2004, nuestro Partido sacó un 35 % de los votos con Larrañaga y luego un 30 % con Lacalle, padre e hijo.
Lo que rompe los ojos es que solo con la voluntad de los blancos no se llega al gobierno, y que en consecuencia necesariamente dependemos de otros partidos para ganar en la segunda vuelta.
Hasta ahora, lo que ha sucedido es que en primera instancia accedemos a disputar la segunda vuelta, y ésta lo único que hace es enterrar nuestras aspiraciones tras una avalancha de votos que votan al candidato del Frente Amplio; y en esa fenomenal corrida de votos se incluye a votantes del Partido Independiente y del Partido Colorado.
No ha bastado siquiera con que el candidato colorado se acerque el mismo día de las elecciones a postular que viene a aportar para hacer moco al adversario.
De manera que sino se quiere ver lo obvio, entonces estamos ante un tremendo acto de necedad.
Desde el año pasado, Larrañaga ha llevado adelante contactos con los dirigentes de la oposición, con todos, transmitiendo que entiende la necesidad de comenzar desde ahora a buscar puntos de acuerdo que permitan coordinar acciones y entendimientos para llevar adelante una tarea opositora, pero sobre todo, para que llegado el momento de las elecciones, la gente visualice a la oposición como un arco político compacto, con ideas claras y comunes, que le signifiquen un camino alternativo al actual modelo frenteamplista que a todas luces está agotado.
Que seguro no es un camino sencillo, que acercar posiciones para llevar adelante una tarea común no es lo mismo que simplemente decir que la educación está en un pantano y que lo que está logrando es perpetuar las condiciones de exclusión o que la política internacional anda a la deriva, jugando con nuestras posibilidades de desarrollo y comercio de nuestros productos, o que la inseguridad nos golpea a diario.
Se trata de ponernos de acuerdo en acciones concretas que nos permitan superar la situación actual, y esto, partiendo de la base de que somos partidos diferentes, con ideologías diferentes, con tradiciones diferentes.
La tarea es enorme y llevará tiempo, y vale la pena porque es la manera que tenemos de no seguir presos de una conducción política errática, que ha basado su fortaleza en dos puntos básicos: una enorme masa de dinero que se ha derrochado a diestra y siniestra y en una oposición fragmentada y sin objetivos comunes que le ha hecho el campo orégano.
De manera que ha hacer el trabajo político necesario y prepararnos para gobernar.
Esa es la tarea.

Rodrigo Goñi

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