Fortalecer el cuidado social de la primera infancia

La primera infancia es un período de la vida que abarca desde el nacimiento a los seis años. Comprende dos ciclos. El primero de ellos se extiende desde el nacimiento a los 36 meses y el segundo desde los 3 a los 6 años de edad. Con la Ley General de Educación No 18.437 se incorporó a la primera infancia como la etapa que inicia el proceso educativo de las personas a lo largo de la vida.

Mucho de las brechas en aprendizajes y logros educativos al finalizar la educación primaria se deben a desigualdades que ya existían a los 5 años de edad. El desarrollo tiene “períodos críticos”. Las características del entorno familiar y comunitario en etapas tempranas del desarrollo y crecimiento, marcan. Uno de cada dos niños nace en contexto de alta vulnerabilidad. Son estos los hogares que, en buena parte, vienen representando y van a representar la reproducción biológica y social de nuestra sociedad de hoy y de los próximos años.

Los resultados comparativamente superiores que alcanzan algunos países en materia de educación y logros de aprendizaje pueden explicarse no sólo por tener buenos sistemas educativos sino, además, por tener buenos sistemas de protección social y programas de atención a la primera y segunda infancia (0 a 10 años) de alta calidad.

Se impone dar amplio apoyo a los niños y niñas antes de que lleguen a la educación formal (etapa de gran vulnerabilidad y de gran oportunidad). Expandir y mejorar la atención y educación de la primera infancia, especialmente para los niños y niñas más vulnerables (política de atención integral, mecanismos de coordinación intersectorial, articulación interinstitucional, etc.).

Los primeros 10-12 años de la vida constituyen un período crítico en el desarrollo del cerebro y el potencial para aprender. Empezando por los «períodos críticos» de crecimiento y desarrollo cerebral en los que se activan y estimulan circuitos cerebrales complejos que resultan luego fundamentales para el funcionamiento cognitivo-intelectual y el desarrollo de las capacidades sociales, lingüísticas y emocionales. Etapa de la vida en la que el niño empieza a organizar su mente, construir su relación con la realidad exterior, construir las bases de su socialización, y construir la capacidad de aprender.
El desarrollo individual dependerá del uso que se haga de los recursos cerebrales que se heredan. También, y muy importante, de las oportunidades que se tengan para hacer uso de esos recursos. El aprendizaje está subordinado al desarrollo y también el desarrollo es consecuencia del aprendizaje. El cerebro es tanto la fuente como el efecto de la actividad humana. Nuestros aprendizajes, experiencias, y circunstancias, pueden conducir la plasticidad de nuestros cerebros en la dirección correcta o en la dirección equivocada.

Las políticas educativas en las primeras etapas son necesariamente interdependientes con otras políticas sociales. Deberían verse como un todo integrado. Necesitamos atender mejor condiciones básicas para generar un contexto social favorable para el logro educativo. La primera preocupación debe estar en aquellos niños que acumulan atrasos en su desarrollo desde muy temprano en sus vidas. Lo que no se hace oportunamente se lamenta y paga después. Esto no es novedad, ya se sabe. Cuando se rescata al niño se salva al adolescente y al adulto.

MEDIDAS PROPUESTAS

  1. Mejorar sustancialmente la coordinación entre las distintas prestaciones para la primera infancia en el país. Mirar y analizar toda la institucionalidad estatal encargada del cuidado y educación de la primera infancia desde una visión y enfoque que sea integrado y multisectorial.
  2. Aprovechar mejor los recursos disponibles. Privilegiar el reordenamiento de los recursos asignados a las sectoriales. Vigilar el retorno de nuestros esfuerzos. Con igual cantidad de recursos se pueden obtener resultados muy distintos. La solidaridad comienza por una mejor defensa de los recursos públicos. Llevar a cabo medidas eficaces de seguimiento y evaluación sistemática de los programas y servicios a fin de retro-alimentar oportunamente el diseño y ajuste de los mismos e incrementar la eficacia con que se abordan las prestaciones.
  3. Evaluación de la red de atención a la primera infancia y familia y la calidad de atención que se le brinda a los niños y niñas (medida a través de indicadores objetivos); especialmente en el caso de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad. Llevar a cabo seguimiento y evaluación sistemática de los programas y servicios.
  4. Estudiar y analizar el diseño, los cometidos, y los resultados del Programa Uruguay Crece Contigo (UCC) creado en el año 2012. Analizar las características del Sistema de Protección Integral a la Primera Infancia creado por el programa UCC.
  5. Estudiar y analizar, en detalle, el actual marco curricular para la atención y educación de niños y niñas desde el nacimiento a los 6 años. Esto es, el Diseño Curricular Básico para niños y niñas de 0 a 36 meses, (MEC) y el Programa de Educación Inicial (CEIP).
  6. Evaluar los resultados e impacto de los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF). Hoy tenemos una clara falta de evidencia sólida de los efectos y resultados de muchos programas y servicios en desarrollo.
  7. Procurar información suficiente, válida, y confiable sobre indicadores de desarrollo relevantes en la cohorte de 0 a 3 años de edad. En particular, información referida a aquellos niños que tienen mayor chance de presentar un funcionamiento deficitario desde muy temprano en sus vidas. Niños viviendo en familias de alto riesgo que funcionan en entornos de alto riesgo.
  8. Mejorar la coordinación entre jardines de infantes y clases de nivel inicial en las escuelas públicas (ANEP), jardines de iniciativa privada supervisados por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), y propuestas de naturaleza público- privado en los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF).
  9. Conocer los niveles de competencias para impartir los distintos servicios. Instalar mecanismos de acreditación continua de los prestadores de servicios. Instalar o mejorar oferta de capacitación pre-servicio y en servicio (seminarios, congresos, jornadas). Analizar la actual oferta formativa en el ámbito público para brindar educación a menores de 3 años. Hacer uso de la oferta privada.
  10. Prestar especial atención a los estándares de calidad de los servicios de cuidado; particularmente en los sectores de bajos ingresos. Revisar definición de los componentes de la calidad en el cuidado y los parámetros que se estén utilizando para la evaluación de los servicios (asumiendo que se hace). Estandarizar aspectos básicos y fundamentales de la prestación del cuidado. Buena cosa que el sistema político haya tomado la decisión de impulsar un sistema de cuidados para diferentes grupos de edades y poblaciones en situaciones de vulnerabilidad. Para que este sistema de cuidados sea eficaz se requiere antes que nada un consenso expreso y sostenido con estándares de control.
  11. Revisar los programas o acciones dirigidas a reducir los factores sociales y ambientales relacionados con condiciones de riesgo en la primera infancia (ejemplo: desnutrición y mala alimentación – ingesta pobre de distintos nutrientes fundamentales como proteínas, zinc, ácidos grasos esenciales, y hierro-). Revisar también las medidas de prevención que se estén instrumentando (de estar haciéndolo) en entornos donde el consumo de alcohol y drogas y la violencia doméstica están muy presentes.
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