El gobierno es incapaz de visualizar un país para los próximos 15 o 20 años
Habiéndose votado el presupuesto del próximo quinquenio 2015 -2019 en la Cámara de Representantes,los jóvenes de Alianza Nacional expresamos:
Apoyamos y valoramos la tarea que han realizado nuestros legisladores en la Cámara de Representantes,en especial la férrea defensa de los intereses del pueblo ante los atropellos del oficialismo, que parece estar cada día más alejado de la realidad de los uruguayos.
Entendemos que es necesario que el sistema político sea responsable y criterioso a la hora de velar por los intereses de todos los orientales.
Lamentamos que desde el oficialismo no haya sucedido lo mismo, siendo su premisa aplicar sus mayorías y en oportunidades su “mano de yeso” priorizando las decisiones partidarias por sobre las necesidades de los ciudadanos.
Esta Ley de Presupuesto sigue sin contemplar las evidentes e innegables carencias en materia de educación, desarrollo del interior, salud, vivienda, infraestructura, desarrollo social, seguridad, medioambiente e inversiones, temas todos que fueron prioridades de la agenda del oficialismo durante la campaña, demostrando que el discurso electoral estuvo plagado de promesas que hoy no son contempladas por el presupuesto quinquenal.
Es una ley que lejos de proponer y proveer nuevos recursos,los limita,imposibilitando la accesibilidad al bienestar básico de las personas.
No solo no propone nuevos recursos sino que recorta y suprime los ya existentes, perjudicando por sobre todo a aquellos que más lo necesitan.
Creemos que hay temas de gran importancia que están siendo tratados con sorprendente liviandad y simplismo, como son la vivienda y la salud, para los cuales se destina presupuesto insuficiente para satisfacer las necesidades reales de la población.
Como jóvenes sentimos que este presupuesto -impulsado por el Poder Ejecutivo y defendido por la bancada oficialista- coarta las posibilidades de desarrollo y con ella las perspectivas de futuro de las próximas generaciones, porque han sido incapaces de visualizar un país para los próximos 15 o 20 años, situación que se agrava aún más si consideramos que es el tercer presupuesto que el Frente Amplio votará con mayorías absolutas y con una oposición totalmente predispuesta a los acuerdos nacionales en los grandes temas del país.
Creemos imperativo y exigimos que se recapacite en su pasaje a la Cámara Alta, sobre los escasos recursos que se están dedicando a la educación, que es el pilar fundamental de dignificación y elaboración de la sociedad del futuro porque no concebimos una educación de calidad, que impulse a nuestros jóvenes a un progreso que es cada día más difícil, si no dotamos a la misma de un presupuesto acorde a sus necesidades.
Los jóvenes hemos sido rehenes de una verdadera crisis en el sistema educativo, con enfrentamientos como nunca antes se habían visto, por los incumplimientos del Gobierno a las promesas electorales que tan livianamente realizaron.
Creemos que estamos dejando pasar nuevamente la oportunidad de dotar a la educación del presupuesto justo, solo porque el Gobierno no está dispuesto a ceder en su puja con los gremios educativos.
El Gobierno atenta directamente contra una de las principales banderas que tomamos y defendemos en cada espacio que ocupamos, la descentralización.
No fomenta un verdadero desarrollo humano y social y dificulta el acceso a oportunidades.
Nos sentimos víctimas de la demagogia, de los incumplimientos y de la doble moral del Frente Amplio.
Es alarmante la ausencia de libertad de acción que muestra en sus filas, obligando a sus representantes a adoptar posturas partidarias con las que discrepan.
Más de una vez se escuchó a diputados del Frente Amplio admitiendo en su argumentación que votaban contradiciendo sus principios en pos de la disciplina partidaria, en una actitud que no es saludable para la democracia del país y que pone en tela de juicio el verdadero rol de una institución tan cara para la democracia como lo es el Parlamento, que está siendo sometido constantemente a la aprobación o no de un plenario del Frente Amplio de dudosa legitimidad representativa a la hora de decidir los grandes temas nacionales.
Como jóvenes integrantes de una colectividad de hombres y mujeres libres como lo es el Partido Nacional, reivindicamos la defensa a la libertad de acción política sin la cual nada de esto tiene sentido y reafirmamos nuestro compromiso de luchar por el derecho a la igualdad de oportunidades porque en ello radica el futuro del país.
Nuestro Partido, como siempre, ha puesto sobre la mesa su vocación de ser un instrumento para concretar mejoras para la totalidad de los uruguayos, anteponiendo intereses partidarios, sectoriales y sobre todo personales, en pos de buscar el bienestar de todos; encontrándonos a cada paso con un gobierno de puertas cerradas y de oídos sordos, como ha quedado de manifiesto, una vez más, en el tratamiento dado a esta Ley de Presupuesto que acaba de pasar por la Cámara de Representantes.