¿Cuál es nuestro enfoque?
La vida en las ciudades fronterizas muestra la existencia de verdaderas comunidades binacionales, con sus efectos en la actividad económica y en una interacción social y cultural que tiende a no distinguir nacionalidades.
Compartimos el criterio que en la frontera convergen dos nociones: linealidad y “zonalidad”. La idea de linealidad refiere a la determinación precisa del límite del ámbito geográfico en que el Estado ejerce su soberanía. Por otra parte, la “zonalidad” se vincula a las realidades sociales y económicas que se manifiestan a través de los límites nacionales. Analizando el concepto de frontera, Luis Alberto Oliveros dice: “en el marco de la noción de “zonalidad”, frontera no es un término que posea una acepción principalmente jurídica, sino más bien social y económica, en el sentido de constituir la manifestación de fuerzas organizadas que actúan de un lado al otro del límite y cuyos vectores son la población y los acondicionamientos de todo tipo, todo lo cual estimula un movimiento e intercambio de personas, bienes y servicios, procesos con base a los cuales se construyen en el tiempo solidaridades e intereses comunes que van perfilando, dentro de ciertos ámbitos espaciales, «lo fronterizo».”
Si bien es cierto que nuestros países emprendieron un proceso de integración con miras a constituir un mercado común, lo cierto es que a casi 25 años del Tratado de Asunción, muy poca cosa ha cambiado en lo institucional para los habitantes de la frontera.
La integración, como cabía esperar en una frontera viva, ha evolucionado mucho más por una realidad de hecho que es muy dinámica y a veces avasalladora, que la que por medio del papel se ha intentado instituir. Esta realidad requiere ser administrada; es por ello que no se puede soslayar más la necesidad de construir e implementar políticas propias para la frontera. Se debe abordar el tema con creatividad, innovando unas veces, pero también recreando experiencias exitosas de otras regiones que sean aplicables a nuestra circunstancia.
Hay que pensar en instituciones de cooperación e integración transfronteriza; en establecer un estatuto de Mancomunidad de Frontera que facilite la gestión de servicios comunes; en comisarías binacionales, para un mejor combate al delito.
Comité para la problemática de la Frontera
Cabe destacar la decisión del Gobierno de crear un órgano de esta naturaleza, con la integración que se ha planteado. Sin embargo, sería preferible otra denominación. Hablar de “problemática” sugiere abordar la cuestión de la frontera como un problema y no como una oportunidad. Es una cuestión semántica pero manifiesta el temperamento con que asume el tema.
Esperamos que ese instrumento sea fortalecido con compromiso y decisión política para que no se quede en otra buena intención pero vacía. Por mi parte como diputado de Artigas, convencido de la necesidad de estas políticas, estaré atento al desarrollo de los trabajos del comité, participando, aportando nuestros puntos de vista y reclamando resultados.
La situación del comercio en Artigas
Los comercios uruguayos instalados en ciudades de frontera con el Brasil enfrentan una etapa de inestabilidad y desventaja competitiva, cuyas consecuencias son desinversión, contracción de la actividad y cierre de establecimientos. El impacto social es inmediato: aumento acelerado del desempleo.
Su capacidad para competir con sus similares brasileños, desde la perspectiva del precio al consumidor -que en los comercios que aquí nos interesa, constituye el factor determinante-, excluyendo costos laborales, está determinada fundamentalmente por cuatro elementos:
- El costo de las mercaderías a precio mayorista}
- Impuestos
- Tarifas públicas
- Tipo de cambio
Esta es una vieja y conocida historia. Para remediarla, es imprescindible establecer regulaciones que permitan moderar asimetrías, restableciendo su capacidad de competir.
Las agremiaciones comerciales e industriales de los Departamentos de Artigas, Rivera, Cerro Largo y Rocha han presentado reiteradamente a sucesivos gobiernos, diversas propuestas con ese fin. Yendo a lo concreto, las acciones que se detallan a continuación, en una lista que no es exhaustiva, se orientan en el mismo sentido:
Establecer un Observatorio de Competitividad que realice una actividad monitoria y comparadora a ambos lados de la frontera, de las variables macroeconómicas que inciden en la capacidad de competir del comercio, e informe “en tiempo real” al Comité para la Problemática Fronteriza
Extender el beneficio de TAX FREE a los turistas que egresen del país por los puentes Artigas-Quaraí y Bella Unión-Barra do Quaraí. Artículo 1 del Decreto 378/012
Habilitar las dependencias de la Dirección de Aduanas en Artigas y Bella Unión para realizar el procedimiento de devolución de impuestos que establece el Decreto 378/012
Ampliar la facultad que la Ley 17.934 otorga al Poder Ejecutivo para que, en determinadas condiciones, pueda reducir la tasa del IVA aplicable a la adquisición de bienes y servicios específicos, que se realicen en comercios de la frontera
Sancionar una ley que faculte al Poder Ejecutivo a otorgar al comercio de la frontera, en determinadas condiciones, un beneficio temporal contra-paro por el que se fije en cero los aportes patronales a la seguridad social
Estos son algunos puntos que nos parecen deben ser considerados, pero que no agotan la lista. La realidad es dinámica y los problemas y soluciones también cambian.
El desarrollo de la frontera es un tema que demanda atención y gestión permanente y en diversos planos. Lo auspicioso es que se empieza a tener conciencia de esto; esperemos que quienes tienen las responsabilidades, se ocupen de actuar al respecto.
Diputado Mario Ayala