El Diputado aliancista por Río Negro, Omar Lafluf, hizo, en la Cámara de Diputados, referencia al resultado de la investigación que se realizó en conjunto entre la República Oriental del Uruguay y la República Argentina sobre la contaminación del río Uruguay, de acuerdo con el convenio realizado entre los dos países.
Al respecto señaló que “es importante destacar lo que Uruguay hizo con respecto a este tema. Las cincuenta muestras tomadas, más treinta y dos en el último año, dieron los resultados que todos conocemos. Nuestro país salió muy bien parado en cuanto al impacto ambiental que tuvo la planta de celulosa de Botnia en el río Uruguay”.
Explicó que el estudio fue realizado en determinada cantidad de kilómetros, abarcando el efluente de la planta de Botnia y la desembocadura del Río Gualeguaychú en el Río Uruguay.
Expresó que Uruguay tuvo un comportamiento ejemplar frente esta inversión. “Cuando se empezó a hablar del impacto ambiental en el río Uruguay, lo primero que hizo fue controlar la calidad del agua, mucho antes de que la planta de Botnia estuviera en funcionamiento”. Agregó que eso se realizó para saber de qué base se partía.
“Uruguay tuvo desde 2005, cuando empezó la instalación de la empresa, dieciséis estaciones de monitoreo en el río Uruguay, y los análisis se enviaban a Canadá. Esto representó una inversión muy grande”, subrayó el diputado, quien en momentos que se instaló la planta era Intendente de Río Negro, por lo cual vivió el proceso como un actor privilegiado.
Indicó también que en materia de control ambiental, la planta tiene dos torres de control de aire, que monitorea permanentemente la calidad del aire en la zona y, desde 2006, cuenta para efectuar los controles con un laboratorio de OSE de primer nivel en la región.
Destacó como un punto fundamental la creación en el año 2005, antes de la instalación de la planta, la creación de una comisión de seguimiento, que se reunía una vez por mes, con la presencia de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, de las Intendencias de Río Negro y Soriano, de las Juntas Departamentales de ambos departamentos y de los grupos ambientales de Río Negro. En la misma también se invitó a participar a delegados de la ciudad de Gualeguaychú, lo que nunca se concretó.
Lafluf resaltó el trabajo realizado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente en todo este período. “Aunque hubiéramos ido a la Corte Internacional de La Haya con el mejor equipo de abogados del mundo, si no hubiese sido por el trabajo realizado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente quizás el resultado habría sido otro” señaló el legislador nacionalista.
Lafluf señaló que “lo más importante es que los parámetros que tenía que cumplir la empresa no los puso nadie de afuera; los puso el país y, quizás, eran los más altos del mundo”, y agragó que “tuvimos perjuicios notables en este aspecto por la posición argentina”.
Manifestó que había un proyecto aprobado a través de una licitación ‑la empresa iba a pagar la mitad del costo‑, que consistía en sacar todos los efluentes cloacales de Fray Bentos por la planta de tratamiento microbiológico de la empresa, e indicó que eso quedó sin efecto por la protesta de los técnicos argentinos.
Culminó su intervención indicando que “hay que festejar lo que pasó, no por el resultado en sí sino por la conducta y la preocupación del país”.
Indicó que “debe continuar la alerta permanente de que la Dinama siga a rajatabla haciendo el control del río Uruguay, que debería extenderse a todo lo largo del río, que tiene casi 600 kilómetros en territorio brasileño”.