En la jornada de hoy, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, y en el marco de las celebraciones por los 180 años del Partido Nacional, se realizó un homenaje a la figura del caudillo nacionalista Wilson Ferreira Aldunate.
Jorge Larrañaga en su discurso definió a Wilson como “un imprescindible” y dedicó su oratoria a Wilson como político y al wilsonismo como proyecto político: “su grandeza radicó y radica en que siendo como todos, fue mejor que todos. La grandeza es hacer lo que se debe, aun cuando no se quiera. Esa es la noción de deber que destaca a un verdadero líder”.
También dirigió su mensaje a los jóvenes: “en tiempos donde se ataca a la política por varios frentes, desde la debilidad ética, desde la degradación de los valores, desde el facilismo del marketing y se la deshorna cuando se la quiere vaciar de contenido, desmantelando la necesidad de debate de principios y las ideas, es necesario rescatar la política. Más y mejor política. No podemos permitir que se le quite sentido a la política, ni que se le quite política a la sociedad. El ejemplo de la buena política es, precisamente, Wilson”.
Larrañaga realizó un análisis de las diferentes etapas del Partido Nacional y los diferentes liderazgos en 180 años de historia y afirmó que “el wilsonismo se aprecia, no mirando el pasado, sino proyectando futuro. Decimos con fuerza, con humildad, pero con entero y vital convencimiento: El proyecto wilsonista sigue vigente. El proyecto wilsonista, vencedor de la tiranía del tiempo, continúa siendo lo más nuevo, lo más moderno y renovador del sistema político uruguayo por eso Wilson sigue siendo el ultimo revolucionario, porque sus ideas lo son”.
También apuntó sus dardos contra el gobierno: “El gobierno tuvo plata, tiempo y todo el poder: plata como nunca, tres periodos, mayorías propias y con todo eso no nos despegaron como Nación. Tenemos los mismos problemas que antes de que llegara el Frente y algunos se han acentuado. Los cambios profundos que el país necesita no llegaron. Les ganó su lucha interna, se dejaron ganar por las mieles del poder”.
“Frente a la realidad tenemos que luchar. Hay que ganarle a la desilusión y despertar la esperanza nacional”, prosiguió. “Hay que recuperar valores, empezando por el que sintetiza mejor a una sociedad plural: el respeto por la comunidad espiritual que somos. Siento la responsabilidad de que los jóvenes comprendan el sentido ético del wilsonismo y por eso los voy a invitar a cumplir ese mandato wilsonista: Militar juntos, y militar con alegría”.
Señaló que el wilsonismo “nos brinda las coordenadas de sentido que nos permiten adaptar a la flexibilidad de los cambios, de las nuevas realidades” y llamó a pensar el Uruguay que viene en base a los cambios de paradigmas que se están dando en el mundo, los cambios en los modelos de producción y consumo apuntando a que “hay que empezar a analizar ciertos temas como Nación: protección del Medio Ambiente, utilización de recursos hidrobiológicos, cuidado del agua potable, políticas poblacionales y geográficas, inserción internacional” entre otros.
Adelantó que tiene previsto que el 2019 sea el año de Wilson ya que será el centenario de su nacimiento, pero, en definitiva, “solo hay un homenaje justo para Wilson. Hay que hacer lo que él quería para el país. Wilson vio un país a 20, 30, 40 años. Interpretó como nadie a la sociedad y tenía un conocimiento único del Uruguay que lo habría llevado sin dudas a ser uno de los más grandes Presidentes de la historia. Tenemos el compromiso de corregir la historia y llevar sus ideas al gobierno”, concluyó.
