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Larrañaga en Paysandú: “sigo soñando, queriendo y trabajando por un país que se respete a sí mismo”

Larrañaga estuvo presente en su Paysandú natal en la despedida de año de la lista 51 que encabeza el Diputado Nicolás Olivera.

Olivera agradeció la presencia de Peña y Larrañaga y sobre todo la de aquellos que “han venido de lejos, de muchas localidades, a los alcaldes que nos acompañan en este proyecto político y otros que tienen sus proyectos junto a Jorge pero que demuestran grandeza al estar hoy acá acompañando (…) y los compañeros que han hecho posible esta organización. No hay ningún tipo de logros si no hay equipo y nosotros tenemos un gran equipo. Esta lista 51 es una lista que nace en septiembre de este año y la verdad que el cariño de la gente ha hecho que esto empiece a cobrar impulso y la verdad que lo que tengo que decir es Gracias”

El diputado sanducero hizo un repaso de lo que fue la actividad parlamentaria, sobre todo en iniciativas referidas a la descentralización y en materia laboral en lo departamental y nacional, donde impulsa un proyecto de planes laborales e inclusión en los llamados estatales para personas que tienen más de 35 años.

En la parte más política del discurso, Olivera hizo un llamado a “recuperar el Gobierno Nacional y el gobierno departamental, hacia ese destino vamos”.

Expresó que “Larrañaga en esta campaña (por más seguridad “Vivir sin miedo”) a lo largo y a lo ancho del país ha recolectado firmas de blancos, de colorados, de frenteamplistas y de sin partido, de gente que no cree en nada pero quieren la solución.

Hoy los proyectos políticos son así. Nosotros somos conscientes que sí si ganamos la Presidencia de la República vamos a tener que gobernar con otros partidos (y para eso) se necesita al frente del timón a un hombre que tenga capacidad de diálogo pero que tenga también mano firme para gobernar. Larrañaga fue el mejor intendente que he tenido Paysandú. Creo firmemente en él y creo que es el hombre que nos puede sacar de este momento que está viviendo el país. Creo en este hombre, se ganó la confianza y la credibilidad para alguien que esté en este rubro. Y ese es el principal capital que un hombre puede tener. Cuando uno es coherente se gana la confianza de la gente y no tengo la menor duda de que este hombre va a llegar a ser presidente de la República”.

La intendenta de Lavalleja, por su parte, dijo que “es un verdadero honor estar aquí y no importa los kilómetros que haya que hacer. Tenemos un país con el cual no estamos de acuerdo cómo se está dirigiendo. Tenemos un país donde los políticos que gobiernan no miran a la gente, usan a la gente pero no miran sus problemas, vemos en Lavalleja como el trabajo se va deteriorando, como a las intendencias nos piden cada vez más porque nosotros somos los que estamos cercanos a la gente y tratamos de responder y tratamos de solucionar pero también vemos cómo desde el Gobierno se dilapida plata que podría estar ayudando al comercio, a la industria, a la gente que trabaja en el campo y al que se levanta todos los días a trabajar. Los que estamos acá estamos convencidos que tenemos que hacer el gran cambio. En junio tenemos nuestra elección interna y ahí nos jugamos la vida, porque el único candidato que se puede sentar a hablar con todos los candidatos de los otros partidos es Jorge Larrañaga. Si usted quiere cambiar este país solamente en la interna con Larrañaga lo va a lograr. No hay otro. Pero además para todos nosotros los que estábamos y vivimos en el interior. No hay mejor forma de dirigir un país mirando al interior que ser del interior y por eso es que nosotros vamos a exigir un presidente del Interior y ese es nada más ni nada menos que Jorge Larrañaga y aquí en Paysandú, acá de la Heroica va a salir el presidente”

Un país que se respete a si mismo

Larrañaga, al cierre de la actividad destacó al Respeto como valor a ser recuperado en la sociedad uruguaya:

“El ser humano es como el canto rodado, de tanto rodar a veces va perdiendo las aristas más filosas; porque el ser humano se cae -nos caemos- por la peripecia de la vida, pero nos distinguimos en una cosa, en la voluntad de levantarnos para seguir luchando y peleando por las cosas en las que creemos, por las cosas que tenemos que seguir luchando y yo no quiero hablar del país, de Paysandú que ya fue; voy a seguir soñando, queriendo y trabajando por un Uruguay que se respete a sí mismo. Ese es el país que precisamos, el Uruguay del respeto, el Uruguay del respeto que hemos lamentablemente perdido en una sociedad que anda en una suerte de relativismo moral permanente pero en donde también desde arriba se ha practicado el discurso facilista de prometer lo que después no se cumple. Y ahí no se respeta a la gente, no se respeta la construcción democrática.

El Uruguay del respeto a sí mismo es el Uruguay en donde nos respetamos los compatriotas en todo el territorio nacional frente a lo que hoy significa un tema que conmueve afecta e impacta a la sociedad entera como es el tema de la violencia, como es el tema de una sociedad en la que muchas veces vivimos con miedo. Nosotros hemos resuelto llevar adelante esta campaña por más seguridad porque es la mayor expresión de lucha contra la delincuencia y contra el gobierno que pudiendo combatirla, no lo hace. Nos perdemos el respeto cuando tenemos una sociedad en donde el crimen, la violencia, los homicidios, las rapiñas son récord.

Perdemos el respeto cuando un ministro del Interior anda cuerpeando a manifestantes que legítimamente estaban reclamando por el trabajo (…) perdemos el respeto cuando dejan que 14 o 16 forajidos terminen haciéndose dueños del centro de Montevideo, pintarrajear a la policía con pistolas de pintura, rompiendo vidrieras, desacatando frente a la autoridad, atacando a los periodistas. Yo recuerdo que el presidente Vázquez dijo frente a un espectáculo deportivo ´nuestro gobierno los va a sacar del forro´ y no los sacaron del forro, no hicieron nada, porque no metieron a nadie preso como los tendrían que haber metido.

Se pierde el respeto a un país y una sociedad cuando la gente en la salud muere porque no le dan medicamentos de alto costo y sin embargo el Gobierno dilapida en obras costosas como el Antel Arena y no pasa nada, un país no se respeta a sí mismo cuando la educación pública que debiera ser el escudo vital, fundamental, para vencer la pobreza y poder ascender en materia de sueños, se reposa simplemente en el esfuerzo enorme de maestros que son el único sostén hoy de la educación pública de nuestro país, frente a la falta de una política educativa de quienes han mentido a la sociedad entera y ¿por qué han mentido? porque no hay nada más progresista que la educación en una sociedad. Sin embargo este gobierno que se dice progresista ha contribuido a generar más desigualdad en el acceso a la educación en función del bolsillo de los padres de los muchachos o de la familia de los muchachos que pueden pagar la educación privada. Ese tiene o termina teniendo mejores posibilidades que aquel que no lo puede hacer.

Se pierde el respeto cuando seguimos con injusticias que comentamos a lo largo de décadas, de un centralismo enorme de la sociedad uruguaya y estamos hoy frente a un gobierno que ha sido el más centralista y centralizador de los últimos 50 años en la sociedad uruguaya como ha sido el gobierno nacional del Frente Amplio y eso también termina pagando la sociedad en su conjunto, porque el interior siempre termina siendo visto como una sociedad aparte, diferente, distinta donde muchas veces vienen y le ponen carteles a nuestras obras ´esto se hace con fondos del gobierno nacional´ cuando saben en definitiva que los fondos fueron del interior al gobierno de la República y que no están dando nada que no merezcamos en el interior del país. Un país se pierde el respeto cuando hay diferencias enormes en la igualdad de oportunidades de los uruguayos en función de donde vivan y en donde muchas veces nacer en el interior significa una condena por las tremendas dificultades que tenemos para acceder al trabajo, a la educación, a la salud, donde todo queda lejos, donde nuestro pueblo queda lejos y los pueblos del interior del interior quedan más lejos todavía. Eso también es postergación. Eso también es desigualdad. Ahí también hay que trabajar para restablecer el principio de igualdad de oportunidades reales”.

La mejor política como mejor alternativa de superación social.

“Siento que la fortaleza que uno tiene está anclada en el conjunto de convicciones. Si uno no tuviera convicciones no tendría fortaleza.

Entendemos que la única herramienta que hay para cambiar una sociedad es la política, porque cuando no hay política hay dictadura, y nosotros lo que tenemos que hacer es mejorar la política y mejorar la respuesta de la política para tener un país que se respete a sí mismo y tengamos un gobierno sin miedo.

Yo quiero ser y me comprometo a ser un presidente sin miedo. Sin miedo a la delincuencia, que hay que combatir; un presidente sin miedo a los corporativismos gremiales y sindicales que respetamos pero que no le vamos a tolerar que nos vengan a fijar el rumbo de una sociedad porque sindicatos sí, gremialismo sí, defensa de los intereses gremiales sí, defensa de los derechos de los trabajadores sí, pero no estamos dispuestos a que antepongan los intereses corporativos a los intereses de todos los uruguayos, de absolutamente todos los uruguayos, porque para algo está el sistema representativo republicano de gobierno. La gente cada cinco años elige a gobernantes para gobernar el país y lo que tenemos y vamos a hacer.

Un presidente sin miedo a ejercer el poder para todo el Uruguay”.

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