La Organización Panamericana de la Salud registra al Uruguay como el país con mayor índice de mortalidad por ACV en América Latina y el Caribe, donde se registran 2500 muertes al año.
Proponemos convertir el tema en un asunto de interés general para que la población pueda informarse adecuadamente sobre tal enfermedad, sobre sus síntomas, y de este modo reconocer si se sufre de uno para poder acceder rápidamente a un centro de salud adecuado para ser tratado, ya que el factor tiempo es crucial y se paga muchas veces con la vida y que el dinero no sea el punto central entre la vida y la muerte frente a un tratamiento que al día de hoy no está incluido en el Sistema Nacional de Salud y que tiene un costo que ronda los 10 mil dólares.
El Accidente Cerebro Vascular (ACV) es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de un déficit neurológico de inicio súbito, ocasionado por una disminución del flujo sanguíneo cerebral (infarto) o bien por la extravasión de sangre por ruptura de los vasos (hemorragia).
El ACV constituye una urgencia médica que requiere una intervención diagnóstica y terapéutica inmediata. El infarto tarda algunas horas en desarrollarse y este tiempo, denominado ventana terapéutica, supone una oportunidad para evitar o minimizar el daño cerebral. Los estudios han demostrado que si en las primeras horas se consigue bloquear los procesos metabólicos que conllevan a la muerte neuronal se reduce el área de necrosis y por lo tanto la morbilidad y la mortalidad asociada al ACV.
La mejoría clínica de los pacientes con ACV impacta directamente en los costos de atención de los pacientes efectivamente rescatados, ya que el tiempo de permanencia en sistemas de internación aguda (CTI), subaguda, crónica, o de rehabilitación a largo plazo modifican drásticamente dichas variables; aun sin considerar el costo social, laboral y familiar que significa la convivencia con un paciente discapacitado.
Hoy en nuestro país hay una falta de difusión de los factores de riesgo de la enfermedad cerebro vascular, así como de la identificación de sus primeros síntomas. Muchos pacientes permanecen sub-diagnosticados, o llegan al centro de salud fuera de la ventana terapéutica, ya sea por falta de alarma en el domicilio o por demoras en los sistemas de traslado y algunos llegan a los centros de salud dentro de la ventana terapéutica, pero sin contar con la tecnología para un adecuado diagnóstico o el personal entrenado para un tratamiento suficiente.
Por lo expuesto, resulta fundamental en consonancia con lo establecido en el artículo 44 de la Constitución de la República, revertir la dramática situación en que nos encontramos en la actualidad.
Se propone:
- Declarar de interés general la promoción de la prevención del Accidente Cerebro Vascular.
Garantizar el acceso de toda la población a la prevención, diagnóstico y tratamiento adecuado del Accidente Cerebro Vascular. - Cualquiera sea el prestador de salud, público o privado al que pertenezca la persona, tendrá acceso a los procedimientos de diagnóstico adecuados y terapéutica endovascular para el tratamiento del Accidente Cerebro Vascular.
- Incluir la cobertura en el PIAS con financiación directa de los prestadores de salud, o será puesta a cargo del FNR, al incluirse en el Formulario Terapéutico en el Anexo correspondiente, según determine el Poder Ejecutivo a través del MSP.
- Crear Centros Asistenciales de Referencia, garantizándose que cuenten con el equipamiento y recursos humanos debidamente capacitados al respecto.
- Diseñar e implementar campañas públicas de concientización, identificación de los síntomas, y prevención del Accidente Cerebro Vascular, así como el diseño de un protocolo que asegure la coordinación de traslados adecuados y en tiempo de los pacientes con sintomatología compatible con ACV.
En este breve video, los Dres. Roberto Crosa y Humberto Prinzo, neurocirujanos y especialistas en el tema, lo explican