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“Llegó la hora de cumplir la ley” porque “queda por subir un último cerro” y “al otro lado estará la vacuna”, afirma Larrañaga

Ante posibles denuncias de abuso policial, el ministro del Interior ordenó filmar los procedimientos donde se disolverán aglomeraciones; “siempre va a haber pirotecnia política pero vamos a tener recaudos”

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A inicios de noviembre, el ministro Jorge Larrañaga se preparaba para ser interpelado por el Frente Amplio. Entre los cuestionamientos de la oposición se incluía la supuesta promoción del abuso policial desde el Ministerio del Interior. Y para blindar su comparecencia en el Parlamento, Larrañaga pensaba demostrar que el avance del Covid-19 era suficientemente peligroso para obligar a la Policía no solo a exhortar a que se eviten aglomeraciones, sino también a prohibirlas. Por eso, durante un Consejo de Ministros le sugirió al presidente Luis Lacalle Pou limitar el derecho de reunión a través del artículo 38 de la Constitución.

Ese argumento no fue necesario porque, justamente ante el crecimiento del coronavirus, el Frente Amplio decidió postergar la interpelación. Pero el recurso del artículo 38 sí fue tenido en cuenta y ejecutado por Lacalle Pou, que la semana pasada anunció su reglamentación en una nueva batería de medidas para bajar los contagios.

Larrañaga considera que esta nueva disposición será la herramienta definitiva para que Uruguay supere este momento de la pandemia y la emergencia sanitaria se resuelva con la llegada de alguna de las vacunas disponibles en el mercado. “Tenemos que lograr que los irresponsables modifiquen su comportamiento y estén en línea. ¿Hay derecho a no hacer el último esfuerzo cuando estamos a 60, a 70 días de la vacuna?”, se pregunta con gesto fiero. Lo que sigue es un resumen de su entrevista con Búsqueda.

—Desde que el presidente anunció las nuevas medidas contra la pandemia, no quedó claro ante qué situaciones actuará la Policía. ¿Qué es una aglomeración de notorio riesgo sanitario?

—La aglomeración la define la propia ley: es un conjunto de personas que por no estar en la distancia adecuada y por no utilizar elementos de protección puedan poner en peligro la salud de la gente. Eso es aglomeración. A veces es difícil establecerlo, porque la casuística es muy variada, porque la aglomeración puede ser ocho personas pero estando juntas, todas sentadas cerca.

—En verano, cuando circula más gente y hay más actividad al aire libre, parece aún más difícil definirlo.

—Sí, pero en definitiva todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, dejémonos de embromar. Aunque sea verano, usted sabe que no puede estar amontonado en la playa, ocho personas debajo de una sombrilla, cuando tenemos 500 kilómetros de costa. Yo ya lo he dicho: estamos en una situación bisagra, histórica, que atraviesa el mundo, donde seremos recordados porque predominó el egoísmo y la irresponsabilidad o primó el sacrificio, el coraje y la lucha.

—¿La Policía decidirá cuándo hay una aglomeración que ocasione un notorio riesgo sanitario o recibirá la orden de actuar del Centro Coordinador de Emergencias Departamental (Cecoed) correspondiente?

—El Ministerio del Interior cumplirá sus cometidos de acuerdo a la Constitución y la ley. La reglamentación lo que marca es que se coordinará con los Cecoed. Los Cecoed forman parte del sistema nacional de emergencia, y tienen una lógica, el Poder Ejecutivo fija pautas y en el plano local se coordina la aplicación de las pautas. Nosotros vamos a hacer relevamiento fotográfico y fílmico de las posibles aglomeraciones y vamos a pasar eso al Cecoed departamental respectivo. Vamos a preconstituir prueba.

—¿Se realizará patrullaje buscando esas aglomeraciones o se actuará a partir de denuncias?

—Los distintos organismos competentes actuarán tanto por denuncias como de oficio. La gente ayuda tanto si evita aglomerarse como alertando a las autoridades cuando percibe que hay una aglomeración con notorio riesgo sanitario.

—¿Preveía que el presidente Lacalle Pou apelaría al artículo 38 de la Constitución?

—La posibilidad del artículo 38 se la habíamos sugerido nosotros al presidente ante la instancia de interpelación y nos respondió que iba a analizarlo, que iba a ver cuál era el momento adecuado. Y el momento llegó. Se la pedimos como una de las opciones a tener en cuenta cuando él lo considerara necesario.

—La reglamentación del artículo 38 supone una tarea novedosa para la Policía. ¿Le preocupa que existan errores de procedimiento ante esta nueva responsabilidad? ¿Teme que haya nuevos episodios como el de plaza Seregni?

—Espero que no se repita porque aspiro a que la población entienda que esas aglomeraciones son un riesgo sanitario para la sociedad. Todos saben qué cosas son sanitariamente peligrosas. La inmensa mayoría de la gente colabora, y cuando se le pide que cese una aglomeración, se disuelve. Son muy pocos los casos de desobediencia a la autoridad.

—La oposición tiene temor de que se coarten las libertades individuales. ¿Usted qué responde?

—Llegó la hora de cumplir la ley; la emergencia y la salud de la gente lo exige. Es el último cerro. Queda por subir el último cerro, y después viene la bajada, al pie del otro lado del cerro estará la vacuna. Hemos sobrevolado nueves meses y la sociedad ha salido bien, ahora se ha debilitado en este tramo del año. Entonces, faltando tan poco, ¿tenemos derecho a aflojar? Esto es una responsabilidad de todos, tenemos que luchar contra el virus y contra los irresponsables. Nosotros no podemos hacer que el virus cambie de comportamiento, sí podemos incidir en el comportamiento de la gente, y lo que pedimos no es demasiado, pedimos que se cuide. Tenemos que lograr que los irresponsables modifiquen su comportamiento y estén en línea con una situación sanitaria que lo amerita. Tenemos que apelar a la libertad responsable y no a la libertad irresponsable. ¿Hay derecho a no hacer el último esfuerzo cuando estamos a 60, a 70 días de la vacuna?

—¿Cree que para ese momento se habrá solucionado el problema?

—Cuando se empiece con la vacuna, con la franja de riesgo vacunada primero, ya va a haber una sensación de más tranquilidad en la población, porque más temprano que tarde se llegará a una solución. En última instancia se harán 24 horas de vacunación durante varios días, será un tema de implementación, tampoco es dramático.

—Antes mencionó el uso de cámaras para coordinar la actuación policial con los Cecoed. ¿Servirá también como garantía de la actuación policial y evitar críticas de abusos desde la oposición?

—Siempre va a haber pirotecnia política, pero vamos a tener recaudos y estamos instruyendo a la policía para tener registros fílmicos y fotográficos de las situaciones que se den para trasladar a los Cecoed departamentales y para establecer la intervención, las multas o las instancias ante la Fiscalía, ante la comisión de delitos de desacato.

Foto: Nicolás Der Agopián / Búsqueda

—¿Siente que las acusaciones de la oposición complicaron la labor de la Policía contra el delito y contra la pandemia?

—La oposición hace política. Nosotros nos preocupamos por defender a los ciudadanos honestos en el marco de la ley y los procedimientos. Si siguiéramos el juego político de la oposición, caeríamos en una enorme pérdida de tiempo. Y si algo no nos sobra es tiempo. Cuando arrancó todo pidieron cuarentena obligatoria, y después resulta que limitamos el derecho de reunión y no lo votan. No querían votar el instrumento legal, eso es evidente. En algunos casos pecan de perfilismo. Perdieron la oportunidad de apoyar al país con una ley que busca proteger la salud y la vida de los uruguayos. Me parece que no había lugar para el perfilismo, pero la libertad es libre.

—¿Le sorprenden los cuestionamientos del Frente Amplio a su gestión?

—Cuando ocurrió el episodio de la plaza Seregni llamé a Javier Miranda, a Mario Bergara y a Fernando Pereira, que apenas sucedió el operativo ya habían dado su opinión en Twitter. “No es así como dicen”, les aclaré. El episodio de la plaza fue debidamente aclarado y el accionar de la policía fue el correcto. Las precipitadas declaraciones y cuestionamientos fueron desmantelados por las imágenes y por la verdad de los hechos. Se dijeron barbaridades sin fundamento. Prendieron fuego la pastura de la pradera. No se ha actuado con tino. Se perdieron la oportunidad de estar del mismo lado todos, por buscar la diferencia de 50 gramos.

—¿Cree que los cuestionamientos obedecen a una suerte de revancha personal contra usted, que tanto cuestionó la gestión de Eduardo Bonomi?

—Pregúntele a ellos. Yo en su momento critiqué con razones, ¿no? Y además colaboré: el único diálogo político del gobierno pasado se dio en 2016 cuando lo reclamamos nosotros y el presidente terminó por gestar una mesa de seguridad.

—¿Uruguay es hoy un país más seguro?

—Mire, le voy a ser claro: primero evitamos que el delito siguiera creciendo y segundo bajamos los delitos. Esa realidad se percibe. Pero algo más: la gente sabe, constata, que la Policía está de su lado, que la Policía está trabajando para dar respuesta. Entonces, a la baja de delitos, se suma la nueva actitud de la Policía, que redunda en más confianza. Entonces, sí. Es más seguro. Y el compromiso es seguir mejorando.

—La Policía pondrá todas sus reparticiones para cumplir con el artículo 38. ¿Eso puede debilitar la lucha contra el delito?

—De ninguna manera. La Policía está preparada para asumir las dos responsabilidades y tiene la disposición y vocación de hacer el esfuerzo para lograrlo con éxito.

—¿Desde la Policía le han planteado preocupación por este punto?

—No especialmente. Todos queremos cumplir la tarea a cabalidad y es lógico que se valoren todas las circunstancias que inciden en cumplir los cometidos que nos asigna la ley. Toda la sociedad está haciendo un esfuerzo enorme en esta crisis. Humano y económico. La Policía no es la excepción. La Policía está preparada para asumir su deber. En estas circunstancias, lamentables, es cuando se pone de manifiesto la entereza y vocación de servicio. Son policías para hacerse cargo de circunstancias de riesgo como lo es esta. No me canso de valorar el esfuerzo que hacen los policías. Son siempre la primera línea en todas las batallas. Hay que pasar el cerro, el arroyo crecido, el camino empantanado. Hay que pasarlos rápido, y en eso estamos.

Fuente: Entrevista de Juan Pittaluga y Federico Castillo para Búsqueda

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