Días atrás, en la interpelación al Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el cual culminó sin respaldo parlamentario, el Diputado nacionalista por Paysandú, Nicolás Olivera, resaltó que las responsabilidades deben asumirse, habló de negligencia e impericia por parte de las autoridades responsables y sobre “muertes evitables”.
Olivera comenzó expresando que “el Ministro no ha hecho todo mal; ha hecho cosas bien. Pero como en la era de un director técnico, a veces, aun habiendo hecho en algún momento las cosas bien, quizá esas cosas bien se hicieron tarde. Quizás ya no haya capacidad de respuesta”.
Observó que se ha hablado de decenas, de cientos de homicidios que tratan de engrosar una estadística cuestionada. “El fenómeno de la globalización nos ha hecho rehenes y a veces no nos damos cuenta de que esos números son personas, son familias, que hay un gran sufrimiento detrás de eso».
El legislador nacionalista centró sus palabras en la reciente muerte de Valeria Sosa, y expresó que no es admisible que se admita que fue una muerte evitable, que el Ministerio tuvo responsabilidad, y que aun así nadie haya dado “un paso al costado”.
Agregó: “El señor Ministro admitió que fruto de un error de la policía falleció una mujer en el Uruguay víctima de violencia doméstica por no haber retirado el arma de reglamento a tiempo y por haber fracasado la policía en los protocolos. Admitió que es responsable de una muerte, y creo que eso ya es suficiente para que se investigue dentro del instituto policial, como se está haciendo y como se ha reconocido”.
Subrayó que “políticamente, en un sistema como el nuestro, es inconcebible que no haya un responsable político».
Olivera sostuvo que “al admitir que falló un protocolo, al admitir que se cometieron errores que derivaron en una muerte de la cual se hace responsable el Ministerio del Interior, se está admitiendo que ha fallado la cadena de mando, se está admitiendo que órdenes de jerarcas no fueron cumplidas”, e indicó que “cuando eso falla, más allá de los que están en el medio, el responsable ‑como en toda institución pública‑ es el jerarca”.
Agregó que no es posible que el señor ministro vaya con las manos vacías al Parlamento a decir que fue responsable de una muerte y que ni siquiera, el Director de Policia, Mario Layera (presente en la interpelación) que es quien se encarga de comandar el instituto policial y responsable de las órdenes que se dan y de su acatamiento dentro del instituto que comanda, tenga la dignidad de dar un paso al costado.
Olivera subrayó que sin perjuicio de los mandos medios, el peso de la responsabilidad debe recaer sobre los jerarcas, que son los que imparten órdenes. “Es imperdonable que en un instituto policial se dicten órdenes y no se acaten, porque cuando no se acatan hay vidas en juego, ya sea de los funcionarios policiales o de los civiles”.
Culminó sus palabras señalando: “Sentimos que el Ministro cumplió un ciclo haciendo cosas bien y haciendo cosas mal, con sus luces y con sus sombras, pero es imperdonable que venga y admita que fruto de su impericia, de su negligencia, se perdió una vida en el país y ningún jerarca es tocado ni rozado”.