En las pasadas horas se conoció públicamente que el Ejercito Nacional llevara a la mesa de diálogo social la iniciativa de generar un plan que sea destinado a quienes denomina como los jóvenes “ni ni”.
Por otra parte y de forma muy rápida actores políticos y sociales vinculados al área de juventud nos expresamos de formas diversas sobre el tema. Algunos haciendo alusión a la terminología utilizada por el comandante en jefe al referirse a los jóvenes como los “ni ni “, otros sobre los aspectos vinculados a la formación en disciplina y hábitos, otros favor y otros en contra.
Uno se pregunta : ¿hacia donde debemos centrar la discusión?
La discusión debe centrarse en los jóvenes y la realidad que enfrentan; en que se está haciendo hoy por ellos; y que queremos para el mañana.
Comparto a modo personal que debemos de llevar el tema al diálogo social, pero rompiendo etiquetas y cuando hago alusión a esto me refiero a los rótulos y preconceptos que ponemos sobre los jóvenes, pero también sobre las instituciones puntualmente sobre el Ejercito Nacional.
Hay que terminar de mirar de donde vienen las ideas y quien las propone, hay que tomar lo que sirve de ellas y adecuarlas a las necesidades y al contexto actual.
La intervención en el área de juventud no es tan simple como a veces se expresa en los discursos, por el contrario es una franja etaria sumamente volátil que sufre cambios radicales en corto plazo y la participación de los jóvenes no solo depende la voluntad política de escribir un plan sino del interés que demuestren los jóvenes en la propuesta.
En síntesis muchas veces a los jóvenes no les importa de dónde o quien propone un espacio de participación solo se involucraran si este atractivo y los motiva.
Por este razón si bien es importante la voluntad política y llevar el tema a un dialogo social, no menos importantes es la voz de los jóvenes.
Como sociedad no podemos seguir perdiendo el tiempo en discusiones simplistas.
El desafío de nuestra generación es repensar que modelo de sociedad queremos, no repetir errores ajenos cometer los propios; pero comprometernos en las causas que son nuestras y de los que vienen.
Tenemos la obligación de dialogar, debatir, proponer y construir para transformar.
Lic. Cecilia Sena
Secretaria General de la Juventud de Alianza