El tema del empleo es una de nuestras principales preocupaciones y por eso hemos planteado diversas propuestas para enfrentar la revolución tecnológica, que está eliminando puestos de trabajo en todas partes del mundo. A causa de los cambios tecnológicos, uno de los sectores que más ha sufrido es la prensa escrita y el periodismo en general y no porque las computadoras estén sustituyendo a los periodistas, que son y serán insustituibles. Si bien es cierto que las computadoras ya pueden escribir y divulgar por si solas algunas noticias, el periodismo de investigación, el análisis, el comentario y la crítica, son y serán insustituibles.
Desde hace tiempo, los medios de comunicación tradicional, prensa, radio y televisión, están reduciendo significativamente los puestos de trabajo. En efecto, a raíz de los cambios tecnológicos, gigantes como Google y Facebook, que no generan ningún contenido ni pagan derechos de autor, se están llevando la mayor parte del mercado publicitario que solventaba el negocio de los medios tradicionales. Google y Facebook ya tienen más del 70% del mercado publicitario digital en EE.UU. y la tendencia es seguir creciendo. Por esa razón, en muchos países, el Estado entendió que tenía el deber de garantizarle a los ciudadanos la subsistencia de una prensa plural, vigorosa y crítica; solo de esta forma cada ciudadano puede elegir cómo y cuándo informarse en base a una elección libre y no acotada al menú reducido a un pequeño número de medios, dependientes económicamente de sus anunciantes o peor aún, de la publicidad oficial.
Una verdadera democracia requiere de una prensa independiente y al mismo tiempo una pluralidad de medios de comunicación radial y televisiva que representen a distintas corrientes de pensamiento desde el punto de vista ideológico, político y socioeconómico.
Por esa razón, cuando a consecuencia de problemas económicos van desapareciendo los medios, se reduce la oferta de información y se afecta el derecho a conocer la diversidad y pluralidad de opiniones, lo que repercute directamente en la calidad de la democracia.
A contra pelo de lo que sucede en el mundo desarrollado, en nuestro país la reforma tributaria eliminó las exoneraciones fiscales a los medios de comunicación, lo que aceleró el deterioro de la prensa nacional y con ello, de la libertad de expresión y del derecho a estar informados.
Recordamos que José Pedro Varela refiriéndose a la prensa supo decir: «El primordial de los derechos de la prensa es el de discutir los actos del poder público; más aún, el de discutir la persona de los mandatarios».
Entonces, en mi calidad de precandidato a la presidencia de la Republica, exhorto a los demás precandidatos, a asumir ahora, que ninguno sabe quién será el gobernante al que le tocará ser juzgado, controlado y cuestionado diariamente por los medios de comunicación, el compromiso de devolverle a la prensa las exoneraciones fiscales que le quitó la reforma tributaria en el 2007.
Este país no puede permitir que los periodistas vean cómo desparecen sus puestos de trabajo, teniendo que sacrificar su vocación, para emplear su capacidad intelectual en otras actividades menos relevantes para la democracia. Es gracias a la independencia y convicción de los periodistas, que se han descubierto la mayoría de los casos de corrupción en el mundo.
Entonces, llegó la hora de discutir, entre todos los partidos políticos, cómo apoyar a los medios de comunicación para que no desaparezcan, comenzando por reinstalar la exoneración de aportes patronales a la prensa escrita. Lo mismo debe hacerse con el trabajo de los periodistas de los demás medios de comunicación radial y televisiva.
El momento de asumir el compromiso es ahora y por eso exhorto a todos los candidatos a demostrar que estamos dispuestos a fortalecer a los medios de comunicación, para que controlen férreamente al partido que gane. Garantizar la salud de los medios de comunicación es garantizar la libertad de expresión, que es la mejor herramienta para fortalecer la democracia.
Jorge Larrañaga